Experiencias de revitalización lingüística dentro de la escuela y la comunidad

Segunda jornada del conversatorio interno del Diplomado en Culturas y Lenguas: “Acciones y no solo discursos: experiencias de revitalización cultural y lingüística nacionales e internacionales”

*Mónica Sandra Patiño Lizarazu
Silvia Linnet Serna Parra

En la actualidad, la situación de las lenguas indígenas, al igual que las culturas, atraviesa por un proceso de debilitamiento. La situación de los idiomas indígenas dentro del territorio del Abya Yala no es diferente, pues las mismas se ven amenazadas frente al mayor uso de lenguas mayoritarias tanto en la familia como en el ámbito educativo. En el marco de la tercera versión del Diplomado en Culturas y Lenguas, impulsada por Funproeib Andes, se invitó a participar a diferentes agentes revitalizadores para socializar sus experiencias como promotores de sus lenguas en un conversatorio denominado “Acciones y no solo discursos: Experiencias nacionales e internaciones de revitalización lingüística y cultural”. La segunda jornada se realizó en fecha 11 de agosto y se abordaron tópicos relacionados al ámbito escolar y comunal.

El objetivo de esta jornada consistió en conocer las características de cada una de las experiencias de revitalización lingüística dentro de la escuela y la comunidad tanto a nivel nacional como internacional para comprender, reflexionar y proyectar la importancia de estas acciones para nuestro contexto.

Se abordaron dos temáticas direccionadas a la formación en lengua indígena. La primera experiencia fue compartida por Nora Llanque Pacara, maestra con formación en Educación intercultural bilingüe, contó su experiencia titulada “Estrategias para promover el uso oral del quechua en ámbitos formales de la Unidad Educativa Toribio Claure», cuyo proyecto es ejecutado en colaboración con el profesor Ariel Maldonado Torrico en el municipio de Vacas.

Esta experiencia parte de un diagnóstico realizado en la U.E. con estudiantes de 6to de secundaria donde se evidenció una jerarquización y menosprecio hacia la lengua quechua. Para responder a esta problemática, Nora planteó una propuesta direccionada a la consolidación del quechua en espacios formales dentro de la Unidad Educativa con el desarrollo de estrategias participativas. Se resalta el uso constante del quechua, expresando que se debe “vivir el quechua en el aula”, con esta perspectiva se enfocan a trabajar aspectos de identidad e interculturalidad en los estudiantes, partiendo de las vivencias en comunidad, y que estas aperturen nuevos conocimientos, habilidades y pensamiento crítico y reflexivo.

En dicha experiencia los estudiantes trabajaron varias actividades, entre ellas los proyectos orientados a resolver problemáticas de su comunidad aplicando entrevistas en quechua a la población, con el fin de hacer uso de la lengua; también, se destacó la participación de los estudiantes en la radio Chiwalaque (Vacas) para proyectar y analizar problemáticas de su entorno en su lengua originaria; la última estrategia fue la dramatización de mitos y leyendas tradicionales de la comunidad, con la producción de material audiovisual, no obstante, la agente revitalizadora comentó que algunos padres en un principio se resistían al uso de la lengua quechua en el aula, pero a partir de las estrategias desarrolladas esta visión fue cambiando.

Desde el punto de vista de la profesora, no todas las personas (hablantes y no hablantes de la lengua, profesionales en educación y autoridades educativas) consideran que el quechua podría llegar a ser una lengua de interacción comunicativa dentro de los procesos de aprendizaje en una institución educativa, sino más bien es concebida como un sinónimo de “retraso” y que aún se pone en duda que el quechua puedan generar nuevas experiencias de aprendizaje, pero ante ello, Nora sigue empoderando la lengua quechua en el contexto en el que trabaja.

La segunda experiencia fu compartida por Catalina Wenulef Delgado, mapuche e integrante del Instituto nacional de la lengua mapuche, el mapuzugun. La presentación fue sobre el proceso de fortalecimiento para la revitalización de dicho idioma, haciendo mención a la finalidad y progreso de los internados lingüísticos mapuches en Chile. Al respecto contó que inicialmente, se realizaban jornadas de clases de manera intuitiva, luego surgió el enfoque gramatical y poco a poco consolidaron el enfoque comunicativo y el de inmersión, en el cual se enfatiza el uso neto de la lengua mapuzugun. Para hacer seguimiento al avance de los estudiantes se optó por un diagnóstico inicial y de salida. Al programa asisten profesionales, hablantes y maestros.

Catalina mencionó que empezó a hablar la lengua desde el 2015, porque ella no era no tenía el mapuzugun como lengua materna, al respecto indicó: La meta de Catalina es la de llegar a ser un hablante competente del mapuzugun y poder enseñarla si tuviera un hijo o hija”. Ella compartió que atravesó por todo un proceso para bilingüizarse, siendo ahora hablante de la lengua y trabajando como transmisora en espacios educativos comunales.

Catalina explica que los hablantes que se puede generar son menores con relación a los que van falleciendo cada día, por lo que existen cada vez una menor cantidad de hablantes y que además el proceso de creación de nuevos hablantes es lento en comparación. Al proceso se suma que la actividad subyace a la defensa y promoción de los derechos lingüísticos del pueblo mapuche.

En conclusión, se puede decir que en el caso de la experiencia de la profesora Nora Llanque, los espacios de uso de la lengua quechua han sido reducidos a espacios menores y la comunidad no logra ver la necesidad de usar y hablar su lengua originaria, pero que ese puede realizar una experiencia de revitalización a partir de la escuela, dando lugar a estrategias tecnológicas innovadoras de carácter pedagógico aplicables a unidades educativas con carácter motivador. Además, rescata la participación no solo de los estudiantes sino también de los padres de familia y de la comunidad. Por otro lado, en el caso de la experiencia de Catalina y los internados mapuches, estos espacios permiten abrir las puertas a nuevos hablantes del mapuzugun, promoviendo la lengua en nuevos espacios y en nuevas generaciones. De esta manera, la enseñanza del idioma, desde un enfoque comunicativo, logra la formación de hablantes para seguir luchando por su territorio e identidad.

En ambas experiencias de revitalización se busca empoderar las lenguas indígenas revirtiendo su debilitamiento frente al castellano, con la finalidad de valorar y fortalecer no sólo la lengua sino también la cultura. Por esa razón, se quiere generar nuevos hablantes y promoverlos en espacios sociales y ámbitos institucionales, de manera que se las usen de forma natural tanto en la familia como fuera, y en diferentes países del Abya Yala. Conectando, de esta manera, a la familia, escuela y comunidad en esta labor de revitalización lingüística y cultural y con el tiempo esto se vuelve una labor importante que crece a grandes rasgos.

*Las autoras del texto son estudiantes del Diplomado en Lenguas y Culturas de la 3ra. versión